La periodista Raquel Correa escribió en la revista VEA:

 

"Lo más abismante del fenómeno Galté, es que los testigos de sus prodigios son personas de alta figuración pública, destacados profesionales, gente apreciada por su equilibrio y objetividad. En nuestra búsqueda de testimonios hablamos con muchos de ellos. El destacado abogado Miguel Scweitzer, por ejemplo. En su casa fue testigo de un hecho singular.

 

Galté había sido invitado a comer y toda la familia estaba presente. le pidieron que cayera en trance. Galté solicito varios lápices y papel. Consultado por un asunto médico comenzó a esctrbir con grandes trazos.

 

De pronto vaciló... pasaron unos segundos de absoluto silencio. Solo se oía su respiración en el ambiente electrizado de suspenso.

 

La mano de Galté parció empeñecerse. Su rostro se dulcificó ante la emoción de la mujer y las cuñadas de Schweitzer comenzó a escribir con una delicada letra femenina, inconfundible para ellos.

 

Escribió un tierno mensaje, que nadie le cupo duda entre los presentes, era la suegra del dueño de casa, fallecida tiempo antes.

 

Aún (a la fecha del artículo de Raquel Correa), en casa de Miguel Schweitzer se conserva un marco protegido por un vidrio , el menaje del "más allá", cuyos trazos dibujados a laáiz le tiempo ha ido borrando"